En este Post, queremos explicar cuando implantar un sistema de control de acceso al comedor escolar y ver los distintos sistemas que existen y sus diferencias.
Los servicios de comedor en los colegios son uno de los servicios mas importantes. Cada vez es un servicio que se demanda mas, hasta el punto de ser muy poco el porcentaje de niños que no usan este servicio y comen en sus casas. Las distancias y los padres trabajando hacen que en algunos colegios sea casi inexistentes los niños que no hacen uso del comedor.
Además, la alimentación es un tema que preocupa cada vez más a los padres y a los colegios. Al menos en España, las legislaciones son muy exigentes con las medidas sanitarias de los comedores escolares y es por ello que la mayoría de los centros optan por externalizar o subcontratar estos servicios en empresas especializadas de catering escolar. Esto requiere el montaje de una cocina propia para preparar las comidas y un personal permanente.
Pero metámonos en la problemática que nos interesa y la que tienen todos los colegios. Algunos son conscientes de ello, pero no les merece la pena tomar medidas de control y otros ni siquiera con conscientes de la magnitud del problema:
Los centros, por falta de control de acceso, dejan de cobrar un porcentaje de los comedores diarios. Sea por despiste o por picaresca, puede producirse un quebranto del 2% debido a la falta de control. Obviamente no es como otros sistemas de control de acceso donde resulta fundamental para el control económico, pero puede llegar a ser significativo y justificable implantar un sistema de control de acceso.
¿Por qué se produce ese quebranto? Se produce por las altas y bajas y por la contratación de días variables o esporádicos. Los colegios se ven obligados a dar la posibilidad de dar una oferta variada y flexible, esto es, comedores por días, altas y bajas por meses, días sueltos, etc. Dicha oferta flexible lleva aparejada una gestión administrativa mas compleja. «La ley de la cajera que se equivoca siempre a favor», aquí también rige: Dicha Ley te dice que, si alguien se olvida de apuntarle o desapuntarese al comedor, siempre se va a equivocar de apuntarse ese día, pero no de asistir a comer.
Entonces ¿Qué podemos hacer? La única solución es implantar un control de acceso al comedor, que esté conectado a la facturación del servicio. Vamos a analizar los tipos de control de comedor que están disponibles en el mercado:
- Torno: es el más económico e implantado
- Arco de seguridad: Es más caro de adquirir y mantener. Tiene menos menos opciones de identificación personal.
Dentro de los tornos varia la forma de identificar que puede ser:
- Tarjeta con código de barras
- Tarjeta magnética o semejante soporte (los arcos de seguridad solo tienen esta opción)
- Huella dactilar
- Reconocimiento facial.
Uno de los principales problemas es que el personal objeto de control no son personas mayores sino niños. Esto lo hace especialmente complicado. Veamos los pros y las contras de cada uno de los sistemas de identificación que es bueno que se conecten a un torno.
Tarjeta de código de barras: Este sistema es el mismo que las tarjetas magnéticas. Se puede considerar que es más difícil de estropear que las tarjetas magnéticas y los lectores de código de barras, son dispositivos bastantes más económicos.
Tarjetas magnéticas: Tienen el mismo problema que las tarjetas de código de barra: Los niños suelen perderlas a no ser que las lleven colgadas al cuello, lo que resuelta algo complicado para su libertad de movimientos. En algunos centros que solo lo usan los que son mas mayores si resuelta útil. Aunque estos lectores magnéticos son mas caros que los lectores de código de barras, sigue siendo un dispositivo mas barato que los lectores de huella y reconocimiento facial
Huella digital: El principal problema es que hay que tomar las huellas primeramente a todos los niños. También tenemos ciertos problemas con el cambio de huellas y el crecimiento, aunque las huellas no cambian desde que se nace, pero si su tamaño o heridas También los niños van con las manos sucias o sufren cortes que dificultan las lecturas. Debido a su uso con niños, estos lectores tienen bastante mantenimiento debido a la suciedad.
Reconocimiento facial: Estos son los dispositivos mas modernos y resultan más cómodos. Pero otra vez nos encontramos con problemas para que los niños pasen por el dispositivo a una altura adecuada para todos. Además, estos dispositivos son mas delicados a la hora de recibir golpes.
También hay tarjetas RFID que se pueden poner en prendas textiles como el uniforme y que controlan el acceso a través de arcos de seguridad. Son sistemas que hemos visto implantados en algún colegio de Latinoamérica y en países donde tienen problemas de seguridad ciudadana, usándose para controlar y avisar cuando entran y salen del colegio los escolares. Resultaría algo muy cómodo siempre que estuviera en todas las prendas. Existen proveedores de uniformidad que pueden ponerlos a unos costes bastantes pequeños por prendas.
En definitiva, no tenemos un sistema de control de acceso definitivo cuando hablamos de niños, pero, una flexibilidad en la contratación de los comedores, puede llevarnos, sin un buen sistema de control y gestión, a perdidas de algunos miles de euros al mes.
Por último responder de forma muy aproximada: ¿Cuánto puede costar un sistema de control de acceso? Un torno completo instalado e implantado puede rondar los 3,000 euros, con lo que se puede amortizar en algunos colegios en 4 o 5 meses, lo que es una ratio interesante para acometer una inversión. No tenemos que olvidar el efecto disuasorio que tiene cualquier sistema de control para el buen funcionamiento del servicio.